Bastó fusionar el azul primario con el verde,
dos mundos semi-iguales,
dos mentes con instinto desarrollado para ignorar la
soledad,
y dos cuerpos ansiosos
para crear una magia mística
Bastó esa dulce mirada
para despertar mis mas profundas emociones,
mis mas arraigados deseos
Bastó un encuentro para desatar esa inmensa pasión por
vivir,
por explorar, por amar
Basto una noche, un atardecer y un suave roce para saber que
te conocía.
Había sido todo una coincidencia de esas que son
premeditadas,
el cielo y la tierra conspiraban
Nos encontramos sin mas ni menos, desnudos, libres y
dispuestos,
Entre los tantos besos, caricias, sueños y emociones,
Bastó una palabra para descifrar la aporía: ausencia.
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