El percibió un olor a despedida palpable, latente casi
tangible.
Ella se había tornado fría hacía días atrás, se comportaba indiferente.
Pareciera que se había convertido en un ente sin vida, sin luz, impaciente.
El trató de aminorar el espacio entre ellos.
Ella le dió un beso en la mejilla, de esos que se pierden en
el aire.
El olor a despedida era palpable, latente, casi tangible.
Pasaron días, semanas,
meses o años. El tiempo es relativo cuando se vive en duelo. El tiempo es relativo
cuando se vive.
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